1. |
vestida o desnuda
03:53
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seguimos tal cual, jugando aunque no nos vea nadie
ni nadie separe el vacío de la paja
ya no quedan piedras ni palos con los que dar
tan fuerte como nuestra propia ley lo permita
como quema el agua bendita
como la sonrisa de un extraño en un portal
y me brindo una ovación por lo bien que he aprendido a maquillarme a oscuras
me sabe fatal tener que perder la partida
y la poca fe entre tu mano y la mía
entre la locura y la mera necesidad
y unos días en pie y en otros esta calentura
de pensar que tuvo remedio
que no hubo razón para hacerlo todo tan mal
y se me cae el armazón cuando te pienso sola
vestida o desnuda
sigo yendo a ver las palomas
que tú tánto odiabas ¿y aún odias?
sigo yendo al cine de siempre
sigo en tu butaca aún caliente
sigo echando pan duro a las flores
sigo coleccionando gorriones
y me pierdo la ovación por no estar ni sereno ni a tu misma altura
y juraré no ser yo si preguntan por ése que meció tu cuna
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2. |
entre alfileres
04:56
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sólo esperar hasta ver cómo llueven las hojas
tanto si quiere como si no este frío verano palmar
me lo repito y salgo a este laberinto en busca de pieles
conque cubrir mis vergüenzas y esta costumbre de insultar a las paredes
tánto contar las mentiras que caben en un solo suspiro
caerme del nido con cada primer paso que quiero dar
tanto si no, como si es cierto que sí, que te necesito
se me atraganta la pálida luz de esta infecta ciudad
hecha de ayeres
construida con los retales de lo que tuvimos
con los jirones de lo que una vez me dejaron amar
calles que no van a darme ni un solo respiro
ni la razón, ni migajas de paz
tan solo un par de nubes negras con las que jugar
una vez alguien me dijo que todo es cuestión de no meter ruido
o de meterlo de forma que no dejes na que perder
no sé si estaba en lo cierto, lo cierto es que yo me inventé un camino
cuyo destino es el único que saben rastrear mis pies
y entre alfileres
construirlo con los retales de lo que no fuimos
con los jirones de lo que no fue y ya no será jamás
calles que no van a darme ni un solo respiro
ni la razón ni migajas de paz
tan solo un par de nubes negras a las que mirar
y desde entonces lucho con molinos donde veo molinos
y desde entonces duermo en cada ola que consigo robarle al mar
y desde entonces las piedras son piedras
tu recuerdo un hilo
que le dé sentido a la tierra quemada y en paz
o acaso esta luz en la niebla que dejo detrás
sólo esperar hasta ver cómo nacen las hojas
tanto si quiere como si no este puto invierno ceder
me lo repito y escucho los gritos de cientos de amaneceres
toso, cierro las ventanas y me dispongo a demoler
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3. |
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y si, además de apretar, tu nombre ahoga
mejor no escucharlo más, mejor arrojarlo a las olas
puedo ser lo que tú quieras
puedo ser hasta indulgente
puedo desollar el tiempo que te tuve entre los dientes
y esperar un par de vidas enteras
a que la corriente quiera devolverlo a mi cancela
quiero verte respirar como respira toa la gente
yo entretanto a tropezar en busca de cama caliente
y no hay más polvo que este que reluce
en el fondo de algún bar
en la moqueta de los cluses
y si, además de ensuciar, el ruido aturde
mejor cubrir de silencio este silencio que me cubre
puedo ser como una hoguera
puedo ser hasta decente
lo que no voy a pedirme es a mí mismo que me siente
a esperar que llegue una primavera
que ni a la luz de las velas puede hacerme ya valiente
quiero verte respirar como respirabas entonces
cuando todo era ofrecernos, aceptarnos y llover
sólo verte descansar, no me importa ya en qué cama
yo entretanto a tropezar como si no pasara nada
y no hay más ceniza que esta que reluce
en el fondo de algún bar
en el silencio de este cruce
y qué más da que ni yo mismo me entienda
ningún seguro me cubre lo que guardo en la maleta
puedo ser lo que yo quiera, puedo ser un indigente
puedo ser la mala sombra que respira entre la gente
y, además de doler, mis pies alumbran
el fondo de cualquier bar
cualquier camino entre la lluvia
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4. |
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no sé qué ángel me abrió la puerta
ni sé qué es lo que entre mis manos vio
sólo sé que se fue
me lo robó y ni me dí cuenta
y ahora lo echo de menos como a un dios
que pase por aquí
aunque no tenga las respuestas
aunque él tampoco tenga adónde ir
aunque él tampoco llegue a comprender
qué hace desnudo entre la niebla
qué hace la niebla renegando de él
no sé si algo que me deban
ni a cuánto sale el miedo entre los dos
sólo sé que se fue
se fue todo aquello a la mierda
y ahora te echo de menos como a un sol
que pase por aquí
que traiga tu sonrisa puesta
que tenga más bien poco que decir
que tenga más bien poco que olvidar
una barcaza entre la niebla
y entre la niebla se nos tragó el mar
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5. |
por naturaleza
05:49
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me cansé de equivocarme y de pedir perdón
me cansé de ver las cosas tan claras
me cansé de comprenderte cada vez mejor
hasta que no entendí nada
me cansé de hacerle un hueco al frío de tu dolor
cada noche entre mi boca y tu espalda
me cansé de andar a tientas a tu alrededor
hasta que no encontré nada
y ahora me muevo entre tu enigma y mi torpeza
entre el querer y el perder
en qué estaría pensando cuando, de cabeza,
al charco se me ocurrió lanzarme
como un maniaco, sin red
soy un cretino por naturaleza
me cansé de hacerlo cada día un poco peor
me cansé de hacerlo todo a la desesperada
me cansé de no llegar a tiempo ni de pie
ni a tus benditas treguas ni a tus gélidas batallas
y hasta la lluvia se cansó de tenernos allí
enemigos sin razón y sin ganas
y una mañana no es que el sol dejara de salir
es que no pintaba nada
y ahora me muevo entre tu pena y mi tristeza
entre el deber y el pa qué
en qué estaría pensando cuando, de cabeza,
al charco se me ocurrió
traerte conmigo y soltarte después
soy gilipollas por naturaleza
y ahora me muevo entre tu enigma y la certeza
de que aquello se acabó
en qué estaría pensando cuando, de cabeza,
al charco se me ocurrió
traerte conmigo y soltarte después
soy gilipollas por naturaleza
soy un cretino por naturaleza
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6. |
te das al mar
04:32
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hundo mis pisadas en la espuma
mientras la bruma ya apenas me deja ver
tus brazos abiertos, sosteniendo el firmamento
dejándote la piel por no caer
sobre el espigón bailas desnuda
descalza y muda con la luna frente a ti
helada y sonriendo
más y más a cada intento
calada hasta los huesos ya de mí
cansada hasta los huesos ya de mí
rozando con tu pelo la sal y los anzuelos
soñando un poco más lejos de mí
me quedo a recoger tu arena
y se me cuela entre las veces
que no supe amueblar tu soledad
te miro y ya da igual
te grito y ya da igual
queda la espuma
y desde el espigón te das al mar
te ofreces como un pétalo a la mar
rozando con tu pelo la sal y los anzuelos
volando un poco más lejos de mí
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7. |
donde guardar la cordura
04:59
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me paso el día pensando en nada, haciendo nada y nada quiero tocar
de noche duermo en las aceras bombardeadas de cualquier ciudad
sólo saludo del mamarracho que me guarda el colchón
cada mañana es una cacería en busca de nada que agradecer
sólo me acuesto con borrachas que no sean adictas al dolor
de noche me encuentro tu nombre escrito en cualquier pared
y unas veces quema el sol
y muchas más me la suda
y si no es él seré yo el que pierde la compostura
me paso el día quemando bosques de recuerdos que no sirven de na
cuando me busco entre los pliegues del pellejo alguna puñalá
de noche todos los espejos me repiten que no
que no hay fracaso, sólo pasos que perdiste
que no hay camino, gilipollas, que el camino lo quemaste ya
de noche tos los gatos tristes me recuerdan a ti
y unas veces muerdo yo
y otras me muerde la luna
y me construyo un rincón donde guardar la cordura
donde esconderme si no hay munición
sólo mi sombra clavada en el suelo
hubo una vez en que nada ocurrió
nada que ya siga entero
me paso el día esperando el aire de la tarde por si trae de comer
sólo me fío de una sonrisa si me la dedica algún traidor
de noche to lo que te di se me empieza a revolver
quizá debiera reinventar mi propia cura
si hay posibilidad alguna de meterle fuego a la ciudad
y si hay piloto en las alturas no se lo tome a mal
que unas veces seré yo
y otras cuestión de fortuna
sólo tú serías capaz, como no lo hace ninguna,
de cobijarme si no hay munición
sólo mi sombra clavada en el suelo
hubo una vez en que nada ocurrió
nada que ya siga ardiendo
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8. |
tu vestido rojo
05:20
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me quedo de ti
lo inmenso de tus ojos
esa forma suya de hacer que hoy
todo me sepa a poco
todo se me haga poco
todo se encoja un poco
si aún me queda algo de ti
ni una palabra
mejor tu sabor aún sabiendo que hoy
de eso ya nada
todo me sabrá a nada
todo se me hará nada
que hoy me limito a traficar con queroseno y torres de marfil
que llego a nado hasta el lavabo y me pregunto si una vez allí
habrá alguna manera de regresar a tierra
de no volverme de espaldas a mí ni loco
que ya quemé el cuaderno gris, que mis noches en vela
nada tienen de especial ni de de llorar mares ni ríos por ti
por mí tampoco...
si hoy me queda algo de ti
de tu silencio el fondo
y entre sus costuras el viento que hoy
trae los despojos de ese vestido rojo
de tu vestido rojo
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9. |
eterno retorno
05:42
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no quiero saber nada más
no quiero hacer contigo un trato
me conformo con respirar
y con entrar en mis zapatos
no quiero saber de qué vas
me da igual, ya no es a mi lado
sabes que no saldrá de mí
lo que hay debajo de la manta
que discutir siempre es pa ná
que me sobra hasta la venganza
lo que guardaste para ti me da igual
ya no me abre llagas
de tus ramas colgué mis pulmones
y ahora, cada día, me lo recuerda una casa vacía
me lo pone en bandeja de plata el dolor de cabeza
y la sed que me despierta entre noche
y me acostumbro a sentir solamente cuando se me antoje
lo que jode una cama tan fría
y que esto mío, en realidad,
es una eterna avería
lo peor de darse cuenta tarde
es que se embotan los reflejos
y se confunde asesinar con el temor a equivocarse
quiero pensar que es lo normal
que lo nuestro no son los detalles
sabes que no saldrá de mí
ni la esperanza ni el tormento
ni tu manera de incendiar
cada rincón del universo
y sé que hay un rincón de ti
donde, una vez, todo fue perfecto
de tus ramas colgué mis riñones
y ahora, cada día, me lo recuerda tu silla vacía
me lo planta en la jeta y las tripas
las mañas del amanecer
o eso que no tiene nombre
y me acostumbro a sentir solamente cuando se me antoje
lo que jode una ducha tan fría
y que esto mío, en realidad,
me deje de tonterías,
es una misma eterna avería
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